lunes, 30 de agosto de 2010

Empieza el curso


Hola de nuevo.

Hoy, día 30 de Agosto de 2010, mientras la gente en España sigue estudiando para los exámenes de Septiembre, y los termómetros siguen en torno a los 40ºC, aquí, en Skövde, empieza el curso.

En la Universidad, al contrario de lo que pudiese pensarse, se ha montado una auténtica fiesta. Los Fadder (buddies o colegas, alumnos voluntarios que te guían y te ayudan en los primeros días), están por todas partes, dirigiendo a los rebaños de alumnos novatos despistados que miran hacia todas partes con cara de miedo. Tengo que reconocer que estoy altamente impresionado. Cuando nos presentaron a los Fadder, pensaba que no  serían más de 10 o como mucho 20, pero el Campus está literalmente lleno de ellos, prácticamente cualquier estudiando que lleve más de 2 años aquí está hoy de arriba hacia abajo haciendo la vida de los demás un poco más fácil. Admirable.

Con motivo de este comienzo, se han montado en la plaza central del Campus multitud de tiendas que representan a las diferentes asociaciones de estudiantes. Cada asociación tiene alguna actividad, ya sea café y bollos gratis, perritos calientes a 5 SEK (0,50€), bolígrafos...etc.

Como alumnos Erasmus que somos, hemos recibido un curso acelerado de cultura sueca, que ha resultado ser un auténtico espectáculo. Tras un vídeo digno de Hollywood sobre la ciudad de Gotebörg, la profesora ha decidido que no sería tal curso sin una típica canción sueca. Ni corta ni perezosa, se ha puesto a cantar y a bailar por todo el estrado una canción que habla de las ranas, con gestos y caras. El aplauso a durado 30 segundos, al menos.

Mañana empiezan las clases de auténtico contenido, clases de ingeniería. Veremos que tal.

Os dejo una foto de la plaza central del campus, con la torre del reloj. Saludos

sábado, 28 de agosto de 2010

Primeros pasos

Bienvenidos.

He de decir que tras una dura lucha interna conmigo mismo, he decidido arrancar este blog, aunque sin el convencimiento total de poder mantenerlo activo a un ritmo alto de entradas, se hará lo que se pueda.

Que el inicio de este blog coincida con el inicio de mi Erasmus en Suecia, no significa que su objetivo principal sea contar qué es un Erasmus, o lo bien que se lo pasa uno bebiendo cerveza aquí (que también), sino que intentaré contar, con más o menos acierto, lo que se me vaya pasando por la cabeza a medida que transcurra el tiempo. 

Hoy, he amanecido, por quinta noche consecutiva en mi habitación de Xenia, en la ciudad sueca de Skövde. De estos cinco días pasados, los primeros en Suecia, destacaría varias cosas:

- La variabilidad meteorológica. Aquí las nubes no están, aquí las nubes pasan por el cielo a una velocidad acojonante, lo que hace que pases de la lluvia más tremenda al sol más alegre en apenas media hora. Esto no parece divertido, ni lo es. Cada vez que sales de casa has de tener en cuenta que sin una capa impermeable, vas a llegar a casa hecho una sopa, be sure of that.

- La amabilidad de la gente. Aunque parezca mentira, en este país de carriles bici, mi compañero de Erasmus (Rai) y yo, hemos tenido que dar mil cabezazos hasta conseguir un par de bicicletas de segunda mano. Esto que en realidad es un engorro, ha sido mucho más fácil debido a la enorme amabilidad de la gente, que nos ha facilitado las cosas muchísimo. Cualquier persona está dispuesta a pararse a hablar contigo, el tiempo que haga falta, y ayudarte a encontrar un lugar, el bus correcto...y lo que haga falta. A esto ayuda el alto nivel de inglés de la gente, por supuesto.

- La internacionalización que supone la Erasmus. En apenas cinco días he conocido a no menos de 50 personas, de diferentes países, y con muy diferentes personalidades, pero en ningún momento ha surgido ningún tipo de conflicto. Cuando las personas quieren sacar lo mejor de ellas mismas, casi siempre lo consiguen.

Y para despedirme, una anécdota. Esta mañana me he despertado a las 8 y cuarto y tras varios repasos a la actualidad cibernética, he decidido ir a hacerme un café. Se daba el caso de que llevaba una hora despierto pero no había hablado aún con nadie. Mientras estaba en la cocina ha entrado un chico alemán muy simpático y que es vecino de planta, pues bien, cuando he intentado hablar para saludarlo, todo lo que ha salido de mi garganta ha sido un gritito tan patético que ambos nos hemos partido de risa. Nuestra primera fiesta de la noche anterior, estaba pasando factura. Automáticamente me ha traído caramelos de eucaliptus y me ha deseado una rápida recuperación :D

Os dejo una foto de mi habitación.

Saludos